¿Qué es el Turismo Blando?
El turismo blando es un turismo
consciente y responsable, que observa un gran respeto por las características del país anfitrión y por la
idiosincrasia de su población. El turismo blando
incorpora una nueva ética del turismo y del turista, la sensibilidad hacia la
naturaleza, la cultura y las formas de vida de las
poblaciones receptoras. El turismo blando significa descanso y beneficio óptimo para la
población visitante y la población visitada. (Studienkreis für Tourismus)
Dos premisas esenciales en la concepción del turismo blando:
· La participación de la población en cada país en la elaboración de la política nacional de desarrollo
del turismo, como medio de asegurar que sea la principal beneficiaria de la
actividad turística y como medio para evitar los macroproyectos turísticos y la
especulación
de capitales extranjeros.
· La conservación de la naturaleza y el respeto
hacia el medio ambiente como único medio de asegurar a largo plazo la base de un desarrollo
turístico.
36 pasos para llevar a cabo el modelo del turismo blando:
1. Las agencias de viaje colaboran con asociaciones conservacionistas,
de defensa de derechos humanos, de ayuda al Tercer Mundo... para elaborar sus
programas de oferta turísticas.
2. Todas las grandes empresas del sector turístico tienen un
responsable de medio ambiente. Estos responsables
mantienen un contacto permanente con asociaciones conservacionistas para
debatir sobre turismo blando, elaborar informaciones para los turistas y
realizar estudios de impacto ambiental de las infraestructuras y actividades
turísticas.
3. Las agencias de viaje forman a su personal en ecología, problemas ambientales y características culturales de los
pueblos anfitriones.
4. Los catálogos de viajes incluyen información sobre los
problemas ambientales existentes y probables en los
lugares de destino.
5. Las agencias de viaje y touroperadores incluyen recomendaciones a
los turistas sobre una conducta ambiental y social adecuadas.
6. Las agencias de viaje proporcionan previamente al cliente
bibliografía sobre el país anfitrión y turismo blando.
7. Los turistas viajan en medios de transporte públicos o ecológicos. La renuncia al coche aumenta el atractivo de la región visitada, se
reducen ruidos, contaminación atmosférica, atascos,
aparcamientos, accidentes...
8. El turista que no pueda prescindir de su coche, deja las llaves en
el hotel y utiliza el transporte público durante su estancia.
9. En las zonas turísticas se crea un servicio especial de autobuses para turistas.
10. Las empresas de alquiler de coches sustituyen sus vehículos por coches eléctricos. En el lugar de vacaciones no importa que los vehículos tengan menos distancia de recorrido.
11. El viaje al lugar de vacaciones forma parte también de las
vacaciones y se planifica con tiempo para detenerse
en lugares interesantes y viajar sin stress.
12. Los turistas prefieren alojarse en pequeños
establecimientos o casas privadas y no en
grandes hoteles.
13. Los turistas boicotean los «guetos» turísticos, donde sólo encuentran a personas de la misma nacionalidad, porque prefieren el contacto
con la población local.
14. La tipología arquitectónica de los edificios de
alojamiento es la tradicional de la región, aunque
incorpora mejoras ecológicas en los
materiales empleados y en las instalaciones para
ahorro de energía.
15. Los alojamientos tienen un nivel de lujo y comodidad semejante al
de la comarca. No se aceptan hoteles de lujo en zonas pobres.
16. El beneficio económico se turismo se queda en
la población
local, no sale de la región para ir a
bolsillos de inversores extranjeros.
17. El lugar de vacaciones es ejemplar en la protección del medio
ambiente. Los ayuntamientos protegen los espacios valiosos, instalan depuradoras y organizan el reciclaje de basuras.
18. En las regiones donde se concentra el turismo, ayuntamientos, ecologistas,
empresarios, políticos regionales y población local elaboran conjuntamente planes de turismo blando integrado.
19. Los agricultores y ganaderos locales producen alimentos naturales o
biológicos,
que venden a los hoteles y restaurantes de la comarca.
20. Toda la oferta gastronómica es la típica de la región. Los turistas en Asturias no comen queso holandés.
21. Después del desayuno, la mesa no
queda cubierta de envases de aluminio y de plástico, porque se
toman alimentos frescos y sin envases.
22. La carta de los restaurantes ofrece platos típicos de la
comarca, porque la gastronomía forma parte
del patrimonio cultural.
23. Los turistas practican deportes no perjudiciales para el medio ambiente,
paseos a pie, a caballo o en bicicleta, natación...
24. La oferta de tiempo libre e instalaciones para la población local son también aprovechadas por los turistas.
25. Los turistas ignoran los mundos turísticos artificiales (parques recreativos) porque prefieren vivir la naturaleza y
descubrir por sí mismos las características
culturales de la región.
26. Los turistas hacen fotografías también porque es una
forma fácil de entrar en contacto con la población local (pedir
permiso, aceptar de buen grado las prohibiciones... y
desde luego enviar después la fotografía prometida).
27. Los turistas participan activamente en los proyectos de protección de la naturaleza emprendidos en la región. Así hacen ejercicio
físico, conocen a la gente y además aportan algo a
la conservación del patrimonio natural.
28. Los turistas disfrutan sus vacaciones con tranquilidad, tienen
tiempo para conversar con la gente y para asimilar lo visto y oído, y no visitan con agobio un número imposible de monumentos y
lugares.
29. Los turistas apoyan con la compra de «recuerdos» a la artesanía regional, pero no adquieren valiosas antigüedades, objetos
de marfil, de piel de cocodrilo, o de coral, porque
estarían
mermando el patrimonio cultural y atentando contra el
patrimonio natural de la región.
30. Los turistas traen pequeños regalos o
atenciones a sus anfitriones (libros, recetas de
cocina...) para que no sean ellos siempre los que reciben, sin dar nada a
cambio.
31. Los turistas se preparan bien para visitar países extranjeros, hacen cursillos de idiomas, leen su literatura...
32. Los turistas aceptan las características del país y se adaptan a
las costumbres de sus gentes.
33. Antes que dar dinero o dulces a los niños, los turistas
prefieren hacer un obsequio interesante a la escuela
del pueblo.
34. Los turistas no hacen ostentación de lujos,
joyas, cámaras
fotográficas en países o comarcas donde la población jamás podrá adquirir algo parecido.
35. Los largos viajes son una excepción para los
turistas, porque no se puede evitar la utilización de los contaminantes aviones, ni el choque entre diferentes
culturas, idiomas o formas de vida.
36. Se empiezan a pasar algunas vacaciones en casa, porque ofrece nuevas
posibilidades para conocer la propia ciudad, invitar a los amigos conocidos en
las últimas vacaciones...
Sin duda un completo «catecismo»
para el turista ecológico o «blando»…
Extraído de:
Del Reguero Oxinalde, Miguel. 1994. Ecoturismo. Nuevas formas de turismo en el espacio rural. Bosh:
Barcelona.
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