Hacia otra Modalidad del Turismo Convencional Dominante
Por Anahí López Hernández
El turismo es uno de los sectores económicos más importantes a nivel mundial, en los últimos años el fenómeno turístico ha tenido cambios significativos en sus modalidades ya que ha pasado de un turismo convencional a un turismo alternativo. Los cambios que se han presentado fueron productos de diversos sucesos, uno de ellos fue la sostenibilidad en el turismo, en donde los turistas demandan prácticas respetuosas con el medio ambiente, la protección y cuidado tanto del patrimonio natural como cultural. Ligado con lo anterior, se visualiza el cambio en los gustos y preferencias de los turistas ya que éstos ya no viajaban a destinos típicos de sol y playa, sino que buscaba sitios en donde pudieran vivir nuevas experiencias estando en contacto con la naturaleza y la comunidad local, y como consecuencia a este contexto, se origina el cambio de modalidad dando paso a un turismo alternativo.
Actualmente el turismo alternativo ha estado teniendo ciertas modificaciones en sus prácticas puesto que los impactos propios del turismo convencional se están visualizando cada vez más, por ello, el presente tiene el objetivo realizar una crítica a esta modalidad turística y así mismo, exponer casos en el cual se muestren características similares a las del turismo convencional como por ejemplo, la masificación en los destinos, la creación de infraestructuras y equipamiento dentro o alrededor de las comunidades locales y zonas naturales, etc.
Desde los años sesenta, una serie de sucesos originó el inicio de diversos movimientos y corrientes orientadas al estudio de los impactos ambientales por la actividad humana. A partir de ese momento, surgen corrientes teóricas que se dedican a explicar y reflexionar la relación que existe entre el hombre y la naturaleza, surgiendo también Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de tipo ambientalistas que ejercen presión para la realización de políticas de conservación de los recursos naturales. Dichas ONG's se fortalecen puesto que toman una posición crítica y reflexiva de los informes que los investigadores y especialistas mostraban sobre la situación actual del medio ambiente en el planeta. Con el paso de los años la difusión de la información del escenario ambiental, influyó de una forma significativa en la manera de actuar y pensar en las personas, inclusive aparecen nuevas actividades económicas las cuales están ligadas a la conservación y el uso responsable de los recursos (Ibáñez y Cabrera, 2011). En cuanto a la actividad turística, se nota un cambio radical del paradigma tradicional de “sol y playa” ya que se dio paso a un turismo más responsable con el medio ambiente y las comunidades anfitrionas, el turismo alternativo.
El turismo alternativo, como su nombre lo indica, es una modalidad alterna al turismo de masas, ya que este último hace un uso irracional de los recursos naturales que por lo consecuente genera un impacto en el medio ambiente y en las comunidades anfitrionas. En relación a esto, el cambio de paradigma en el turismo también se dio por la sustentabilidad que fue un tema relevante aproximadamente en la década de los 80’s. Ante estos contextos, surge una nueva tendencia de realizar turismo, el turismo alternativo, en donde se refleja un cambio en los gustos y preferencias de los turistas, el viajero trata de ser amigable con el medio ambiente efectuando actividades que tengan un bajo impacto en los recursos naturales, busca nuevas experiencias en lugares alejados del turismo de masas y el turista desea crear relaciones con los locales. De acuerdo con Ibáñez y Cabrera (2011) el turismo alternativo:
Tiene como fin la realización de viajes que permitan al turista participar en actividades recreativas en contacto con la naturaleza y las expresiones culturales de comunidades rurales, indígenas y urbanas, respetando el patrimonio natural, cultural e histórico del lugar visitado. Se le conoce como el conjunto de modalidades turísticas que tienen por objetivo ser consecuentes con los valores naturales, sociales y comunitarios, permitiendo además tanto a los anfitriones como a los turistas disfrutar de una interacción positiva y de experiencias compartidas (pág.77).
En esta nueva modalidad, el turismo alternativo es clasificado en tres sub tipologías las cuales son el turismo rural, de aventura y ecoturismo. El turismo rural es aquel tipo de turismo que se realiza en localidades rurales, realzando la identidad, la cultura y los valores de la población anfitriona. Esta sub tipología permite un intercambio entre turistas y locales puesto que existe una relación más cercana entre ellos, las principales actividades que se llevan a cabo son fotografía rural, aprendizaje de una lengua, talleres y degustación de la gastronomía, agroturismo, entre otros. Por otro lado, el turismo de aventura son aquellos viajes en donde se efectúa actividades extremas asociadas con la naturaleza como el rappel, montañismo, ciclismo de montaña, rafting, etc. Mientras que el ecoturismo son los viajes responsables que tratan de conservar y cuidar el entorno natural y al mismo tiempo, mantener el bienestar de la comunidad local (Ibáñez y Cabrera, 2011).
Se puede señalar que el turismo alternativo involucra un concepto contraste a los principios del turismo convencional. Por lo que los efectos generados por el turismo alternativo resultan más benéficos al medio ambiente y a las comunidades locales si se sabe cómo aprovechar adecuadamente tales beneficios (Ibáñez y Rodríguez, 2012). No obstante, actualmente la discrepancia entre el turismo alternativo versus el turismo de masas ha estado cambiando ya que no todas las variedades del turismo alternativo poseen características propias de su modalidad, sino que más bien, se están inclinando a características particulares del turismo convencional, un ejemplo de este contexto está sucediendo en el ecoturismo. De acuerdo con Bringas y Ojeda (2000), mencionan que el ecoturismo en un futuro podría llegar a ser otra modalidad del turismo de masas ya que si bien es cierto, el ecoturismo ha contribuido a generar ingresos económicos en las comunidades o zonas naturales en donde se practican, la mayor parte de las divisas generalmente se regresan a los países de origen de los touroperadores, y como ya es conocido, la mayor parte de los países emisores de la corriente turística proceden de los países desarrollados, que es donde se concentran los grandes touroperadores que controlan la demanda y por consecuente de esto, las comunidades se quedan con tan solo una mínima parte de las ganancias generadas por esta sub tipología turística propia del turismo alternativo. Otro caso en el que el ecoturismo está teniendo características similares con el turismo convencional es en la masificación de las zonas ecoturísticas, los touroperadores están siempre dispuestos, ante la posibilidad de incrementar sus ganancias, a aumentar el número de turistas hacia las zonas naturales sin respetar la capacidad de carga de los sitios. Al mismo tiempo, la llegada de visitantes traerá la demanda de infraestructura, equipamiento y servicios turísticos, dentro o alrededor de dichos lugares, por lo que existe un riesgo que el ecoturismo evolucione hacia un turismo de masas.
El turismo cultural, al igual que el ecoturismo, ha adoptado algunas características del turismo convencional, por mencionar un ejemplo, es ya conocido programa turístico de los “Pueblos Mágicos” que se implementó con el objetivo de diversificar la oferta en el turismo cultural y al mismo tiempo, resaltar los atributos tangibles, la cultura, los valores y la historia propia de una comunidad, generando beneficios a los locales como la captación de divisas, mejora en la infraestructura, conservación y cuidado del patrimonio cultural y natural, entre otros. No obstante, en la actualidad el objetivo de este programa turístico ha cambiado puesto que existen intereses políticos de por medio, la masificación en las comunidades nombradas “pueblos mágicos” se han visualizado en gran manera, los turistas que suelen visitar a estas localidades en ocasiones no son viajeros que van en busca de experiencia y de tener una interacción con los locales, sino que más bien viajan por moda, van a “pasar el rato” en aquellos lugares, su principal motivación es la diversión y el descanso, características comunes del turismo convencional.
Otro caso visible sobre la situación en donde el turismo alternativo se está inclinando hacia un turismo de masas es en las zonas arqueológicas, solo basta con mencionar de ejemplo a Chichén Itzá, destino en el que turismo convencional ya está presente, miles y miles de turistas visitan cada año a una de las ocho maravillas del mundo moderno; como resultado ante tal masificación se presentan daños en los monumentos y edificios que forman parte del patrimonio cultural de la región, los visitantes que arriban en ese destino son turistas convencionales que se muestran poco respetuosos en preservar y cuidar a los monumentos arqueológicos. Las comunidades mayas que deberían de ser las más beneficiadas por el uso de su patrimonio en la actividad turística son los que menos reciben provecho.
Con la aparición del modelo del turismo alternativo se ha creído que en sus subtipologías (ecoturismo, rural y aventura) generan beneficios para el medio ambiente y las comunidades locales. Sin embargo, existen casos (como los expuestos anteriormente) que no siempre son acompañados de múltiples beneficios. Bringas y Ojeda (2000) señalan como ejemplo las carreras Baja 1000 y Baja 500 realizadas en Baja California, consideradas como encuentros deportivos y recreativos que se vinculan dentro del turismo de aventura. Dichas carreras atraen a un gran flujo de espectadores y participantes, teniendo efectos directos sobre el ambiente y la localidad. Entre los impactos del turismo en el ámbito ambiental son la destrucción de la vegetación, la erosión del suelo, la contaminación auditiva, entre otros. Por otra parte, entre uno de los efectos más notorios en la comunidad es el desvío de los ingresos económico hacia los organizadores que provienen de los Estados Unidos, por lo que la comunidad se beneficia de tan solo escasa ganancia del evento deportivo.
El turismo alternativo en los últimos años se ha visto como un reforzador de la interacción cultural y generador de beneficios ante las comunidades anfitrionas, es una nueva tendencia que ha estado creciendo aceleradamente. El turista de hoy en día va en busca de nuevas experiencias, teniendo un contacto más apegado con la naturaleza y realizando actividades que tengan poco impacto en el medio ambiente. Todo este cambio de paradigma fue como consecuencia de los deterioros a la naturaleza causado por el turismo convencional, el cual se percibe como el depredador o el causante de los males en los destinos turísticos, principalmente de sol y playa.
Como se señaló en los primeros párrafos, el cambio de paradigma en el turismo se dio por el tema ecológico que estuvo presente en la década de los sesenta y desde aquel momento, los sectores públicos y privados se han preocupado por el cuidado y la conservación del medio ambiente. Si bien es cierto que el turismo alternativo ha sido un factor importante en el desarrollo de algunas comunidades anfitrionas también, ha sido generador de impactos negativos en los locales. En las subtipologías del turismo alternativo se están visualizando casos en la que existen características propias del turismo dominante como son la masificación en los destinos, el uso irracional de los recursos naturales, la construcción de complejos hoteleros dentro o en los alrededores de los sitios turísticos, la escasa participación de los locales en el desarrollo del turismo, entre otros; de hecho una larga lista se podría añadir a las anteriores situaciones presentadas en algunos sitios en donde se realiza el turismo alternativo. Ante lo anterior, se puede concluir que las modalidades de turismo alternativo no están exentas de evolucionar hacia un turismo convencional.
No obstante, el turismo alternativo sigue siendo una opción factible para el desarrollo local y la conservación de los recursos naturales, por ello se deben aplicar medidas y políticas para hacer una gestión adecuada de esta modalidad turística. También, se debe tener un desarrollo endógeno, involucrando a las comunidades locales ya que éstos son un elemento importante para el buen funcionamiento del turismo alternativo en los destinos.
Fuentes de información:
Bringas, N. L., y Ojeda, L. (2000). El ecoturismo: ¿una nueva modalidad del turismo de masas?. Revista Economía, Sociedad y Territorio, 2(7), 273-403. Recuperado de https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11100701
Ibáñez, R. M., y Cabrera, C. (2012). Teoría general del turismo: un enfoque global y nacional. Baja California Sur, México: Serie Didáctica. Recuperado de http://uabcs.mx/difusion2017/files/libros/pdf/files/libros/pdf/184_2016090 8023838.pdf
Ibáñez, R., y Rodríguez, I. (2012). Tipologías y antecedentes de la actividad turística: turismo tradicional y turismo alternativo. Revista Medio Ambiente y Política Turística en México, 1, 17-33. Recuperado de http://gc.initelabs.com/ recursos/files/r161r/w21988w/Tipologias%20y%20antecedentes%20de%20la%20 actividad%20turistica.pdf
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